sábado, 9 de febrero de 2008


No me despiertes hasta que todo pase.
Nadie haga ruido que quiero dormir, y si despierto fuera de tiempo puede estallar.
No creas que estoy jugando, solo pido una tregua para mí.
Sólo es mi forma de esperar y no desesperar.
Mi fortuna en este tiempo hasta que vuelvas a mi.
Nada cambió ni es como antes, sólo esto que siento no encuentra su lugar en mi cuerpo.
Vas y venís y voy armando mi colchón por si me caigo, al menos practicando como me enseñó Juan.
No te preocupes, lo que sangra ya se secará.
Mis brazos están abiertos por la noche, es mi rito de desolación.
Mientras quedo aguardando, que nadie me despierte, será mi pasatiempo hasta que todo pase.

1 comentario:

T. dijo...

.. Pero no te olvides de evitar los charcos, que te los dejé estratégicamente ubicados para que recuerdes bien quién soy.
Por otro lado, hablaba con mi imagen en el espejo que a veces se parece tanto a la imagen de los dos pero sin ella, que pensé en recaer en alguna de nuestras conversaciones. Claro, ella estabas en las antípodas y contesto "¡pamplinas!". Entonces nos volvimos cada uno a su respectivo espejo, no vaya a ser que nos encontremos devuelta.